Las temporadas de otoño e invierno son una de las épocas del año en las que podemos realizar las tareas de mantenimiento de nuestra piscina, para que siempre esté en las mejores condiciones posibles, aunque no vayamos a utilizarla en estos meses de frío. En esta entrada vamos a daros algunos consejos de mantenimiento de vuestra piscina, tanto si es cubierta como si no lo es.

Si echamos la vista atrás, cuando llegaban los meses de frío lo que se hacía para dar un buen mantenimiento a la piscina era vaciarla por completo, con lo que ello conlleva en cuanto a desperdicio de agua, pero hoy en día las cosas han cambiado mucho y aquel sistema de vaciado se ha cambiado por lo que se conoce como hibernación.

Con este sistema podremos conseguir mantener el agua sin que se contamine hasta la próxima temporada de baños. Es algo sencillo pero hay que seguir unas pautas que no deben dejar de tenerse en cuenta, como por ejemplo mantener siempre en las mejores condiciones posibles el sistema de filtrado de la piscina, algo para lo que quizá necesitemos la ayuda de un profesional que nos los limpie en caso de estar obstruidos.

Tratamiento del agua con cloro, alguicidas y productos químicos

El tratamiento del agua es indispensable, por lo que no podemos dejar de tener en cuenta productos como el cloro, siguiendo las recomendaciones del fabricante en cuanto a cantidades. Si la piscina está al aire libre y hay vegetación próxima, además del cloro hay que tratarla con alguicidas y productos específicos para evitar la descomposición de los restos orgánicos que puedan caer a la piscina desde el propio jardín.

Mantén el nivel de pH

Otro aspecto obligatorio que debemos controlar en todo momento es el nivel del pH del agua, algo que es posible que tengamos que corregir, no solo para que nuestra piel no acabe irritada sino que evitaremos la aparición de algas. Para ello, el nivel debe estar entre 7,2 y 7,6.

Escucha los consejos del fabricante de la piscina

En este caso, el tratamiento del agua es el mismo, aunque si está cubierta lo que debemos hacer es centrarnos en realizar un mantenimiento correcto. Lo más recomendable es consultar o bien al fabricante o a un profesional, para que nos diga qué clase de productos podemos utilizar para mantenerla en buen estado y no dañarla.

Eso sí, antes de comenzar la aplicación de los productos de limpieza hay que aclarar bien la cubierta con una manguera y agua; de esta forma nos aseguraremos que retiraremos gran parte de la suciedad. Después ya podremos aplicar los productos que nos hayan recomendado para limpiar en profundidad la cubierta y finalmente secarla.

No podemos olvidarnos de que siempre es muy recomendable aplicarle un tratamiento anti-moho (si su estructura no está tratada para tal), con lo que conseguiremos alargar la vida útil de la cubierta y deshacernos de los mohos.

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